Contra el mal de altura: remedios para combatir el soroche o hipoxia

Estar en lo alto cuesta, especialmente para quienes sufren los síntomas del mal de altura. Conocido también como soroche, el padecimiento causado por la falta de oxígeno en el cuerpo (hipoxia) puede estropear desde conciertos en la Ciudad de México hasta viajes a Cusco. Para tocar el cielo sin falta de aire, no están de más los consejos para la prevención del mal de montaña.

 
Ubicada a 3,640 metros de altura, la ciudad boliviana de La Paz es la capital más alta del mundo.

Ubicada a 3,640 metros de altura, la ciudad boliviana de La Paz es la capital más alta del mundo.

 

El mal de altura, conocido también como mal agudo de montaña (MAM), es la dificultad del cuerpo para adaptarse a la reducción de oxígeno en lugares altos. El padecimiento se suele presentar a partir de los 2,000 metros sobre el nivel del mar, pero el número es solo un indicador. Mientras que algunas personas se habitúan sin problema a los 3,400 metros de altura de Cusco, otras luchan para adaptarse a los 2,800 metros de altura de Quito.

Aunque la publicidad en aeropuertos asegura lo contrario, no existen pastillas mágicas para evitar o tratar la hipoxia relacionada con altitud. Lo que sí existen son prácticas para prevenir los síntomas del mal de montaña durante un viaje. Los resultados no son infalibles, pero más vale evitar un par de piscos y llevársela despacio que comprar un vuelo de último minuto para recobrar el aliento a nivel del mar.

Este artículo está basado en las tradiciones altiplánicas, la sabiduría popular y la experiencia de un chilango habituado a respirar como si nada a más de 2,200 metros sobre el nivel del mar. Dicho lo anterior, soy Don Viajes y no la doctora Quinn. Ante cualquier duda relacionada con temas de salud, mejor consultar a un médico. Lo siento, Dr. Google, no es personal.

 
La montaña Chacaltaya se encuentra a las afueras de La Paz, Bolivia y tiene una altura de 5,421 metros sobre el nivel del mar.

La montaña Chacaltaya se encuentra a las afueras de La Paz, Bolivia y tiene una altura de 5,421 metros sobre el nivel del mar.

Los altímetros con capacidad de geolocalización satelital pueden medir la altitud de forma precisa.

Los altímetros con capacidad de geolocalización satelital pueden medir la altitud de forma precisa.

 

El mal impredecible:
Síntomas del mal de altura

A grandes rasgos, los síntomas del mal de montaña incluyen dolor de cabeza, mareo, taquicardia, vomito, cansancio y falta de apetito. Por sí solo ninguno de los padecimientos basta para hacer un diagnóstico, pero descartadas otras posibles causas lo recomendable es tratar el caso como mal de montaña y no ascender más.

Cuando los síntomas no son graves, el mejor tratamiento es descansar y dar oportunidad al cuerpo de aclimatarse a la altura. Si no hay mejoras hace falta trasladarse a un lugar con menor altitud, a menudo el último sitio donde la persona no presentó síntomas. En caso de dudas o complicaciones es necesario acudir al personal de salud.

La edad y la condición física pueden influir en la respuesta del cuerpo ante la falta de oxígeno, pero no son las causas determinantes del mal de montaña. La altitud afecta de forma diferente e impredecible a cada persona. No es raro que sean los más fornidos o los más jóvenes quienes pierdan la batalla contra la altura.

 
Paisaje altiplánico cerca de Hito Cajón, el cruce fronterizo que divide a Chile y Bolivia a 4,480 metros sobre el nivel del mar.

Paisaje altiplánico cerca de Hito Cajón, el cruce fronterizo que divide a Chile y Bolivia a 4,480 metros sobre el nivel del mar.

 

Paso a pasito:
Aclimatación a la altura

Más seguido que no, los viajeros se adaptan a la altura sin necesidad de cambiar planes ni visitar centros de salud. La mayoría de las personas libra los mareos, pero es iluso pensar que se sube igual un piso de escaleras en La Paz del altiplano de Bolivia que en La Paz a orillas del mar de Cortés en México. Como dato curioso, hay cerca de 3,600 metros de diferencia entre la altura de una y otra.

El cuerpo suele arreglárselas solo, pero necesita tiempo para adaptarse. Cuando se planean viajes a lugares por encima de los 2,000 metros sobre el nivel del mar, lo mejor es reducir los esfuerzos físicos a la llegada. Un par de días relajados en nombre de la aclimatación es mejor que un cuarto con vista al mar en Lima cuando lo que se anhela es visitar Machu Picchu.

Ojo, cuando se trata de mal de montaña los números son engañosos. La concentración de oxígeno en el aire decrece exponencialmente con la altitud, por lo que el cuerpo resiente más los 1,000 metros de diferencia entre Bogotá (2,640 m.s.n.m) y La Paz (3,640 m.s.n.m.) que los 2,640 metros de diferencia entre el nivel del mar y Bogotá.

 
Senderismo en la laguna Turquiri, uno de los tesoros naturales apenas transitados del altiplano andino en Bolivia.

Senderismo en la laguna Turquiri, uno de los tesoros naturales apenas transitados del altiplano andino en Bolivia.

 

Dieta e hidratación:
Prevención del mal de montaña

¿Qué puede estar mal con una botella de vino tinto y 400 gramos de carne? La digestión en las nubes, por ejemplo. Aunque tampoco es una regla absoluta, la sabiduría popular sugiere evitar los alimentos difíciles de digerir un día antes de viajar a lugares altos y durante los primeros días de aclimatación. Cuando menos de inicio, menos barbacoa y más vegetales de fácil digestión.

La misma regla, un día antes y dos después, funciona para el alcohol. En aras de no presionar al cuerpo de más es buena idea dejar el pisco sour y el pulque hasta después de la aclimatación. En cuanto a la hidratación, la recomendación básica es la de cajón. Dos litros de agua al día, como mínimo, no están de más para prevenir casos de deshidratación asociados con mal de altura.

 
Vegetales frescos en el mercado central San Pedro de Cusco, Perú.

Vegetales frescos en el mercado central San Pedro de Cusco, Perú.

Huerto en el hotel Río Sagrado en al altiplano peruano.

Huerto en el hotel Río Sagrado en al altiplano peruano.

 

Acullicar, chacchar y pijchar:
Coca para prevenir el soroche

Desde hace siglos las culturas andinas consumen hoja de coca y confían en sus propiedades medicinales. Una de ellas, tal vez la más popular, es la de aminorar los efectos del mal de altura o soroche. La práctica de mascar hoja de coca, conocida con nombres como acullicar, chacchar y pijchar, es cosa de todos los días en el altiplano andino. Eso sí, salvo que se pretenda comprobar el efecto laxante de la hoja, la recomendación es mascar sin tragar.

Bolivia y Perú son los territorios donde el consumo de coca en estado natural ha permeado más, pero no son los únicos. En el norte de Argentina y de Chile la práctica también es habitual. Además de mascar hojas de coca para prevenir el mal de altura, también es común beber una infusión herbal conocida como mate de coca o matecito de coca.

 
Venta e intercambio de hojas de cocoa en el mercado del trueque de Ácora, en Perú.

Venta e intercambio de hojas de cocoa en el mercado del trueque de Ácora, en Perú.

 

El nombre para mal agudo de montaña o mal de altura suele corresponder en distintas lenguas. En Sudamérica, sin embargo, son comunes los indigenismos soroche y apunamiento o puna.

Ambos términos provienen de la lengua quechua y su uso no es casualidad. De las veinte ciudades más altas del mundo, dieciséis se encuentran en los Andes.

 
Iglesia de la Compañía de Jesús en la Plaza de Armas de Cusco, una de las diez ciudades más altas del mundo.

Iglesia de la Compañía de Jesús en la Plaza de Armas de Cusco, una de las diez ciudades más altas del mundo.

 

Curiosidades:

  • En Bolivia, el 11 de enero se celebra el Día Nacional del Acullico en honor a la tradición andina de mascar coca. Entre otras cosas, para prevenir los síntomas causados por el mal de altura.

  • El aeropuerto de La Paz, Bolivia se encuentra en la localidad de El Alto. A 4,062 metros sobre el nivel del mar, se trata del aeropuerto internacional más alto del mundo.

  • El aparato que mide la altitud se llama altímetro. Por defecto, la aplicación de brújula de los iPhone funciona como altímetro.

  • En los vuelos de avión se anuncia el cruce de los 10 mil pies de altura, equivalentes a 3,048 metros. La razón tiene que ver con medidas de seguridad ajenas a la altitud. El riesgo de accidentes es mayor durante aterrizajes y despegues y por ello la tripulación debe centrarse en sus labores esenciales. El anuncio de los 10 mil pies, en realidad, es para la tripulación.


¿Te gustó esta historia? Suscríbete al boletín de Don Viajes para recibir lo último en tu correo.

Publicado el 7 de julio de 2021 por Marck Gutt | Don Viajes.
Última actualización: 7 de julio de 2021.

Versión editada de una historia publicada en la revista National Geographic Traveler, junio 2016.

Cuando reservas servicios por medio de algunos links en Don Viajes recibo una comisión. Los detalles y las letras chiquitas están disponibles en el apartado de reservas.