Ciudad del Cabo a toda costa: mercados, playas y parques en Cape Town
Cape Town es la capital legislativa de Sudáfrica, pero sus atractivos turísticos pasan de la burocracia. Si Ciudad del Cabo es el destino urbano más popular de África, la culpa es de su geografía engreída, de sus playas de postal y de sus mercados repletos de antojos.
Alberca natural de marea en Camps Bay.
Cape Town es la segunda urbe más poblada de Sudáfrica, pero su popularidad no depende de su grandeza. Antes que torres babilónicas o delirios de metrópoli, la llamada Ciudad Madre presume contrastes. Montañas escarpadas que tocan el mar, parques urbanos custodiados de babuinos y cocinas donde confluyen tierras lejanas son algunos de los atractivos turísticos de Ciudad del Cabo.
Mientras que el África subsahariana confía sus campañas de turismo a los rugidos del león y a los palafitos sobre agua turquesa, Ciudad del Cabo rompe la regla. En este rincón costero el protagonismo natural no es de grandes mamíferos ni de arena blanca, sino de bahías accidentadas y playas tapizadas de pingüinos. Y eso a nivel del mar. En las alturas, la geografía se luce con derroches de verdor y señores acantilados.
En plan cultural Ciudad del Cabo también está llena de contrastes. En el centro, un par de cuadras basta para ver muelles pintorescos, puestos callejeros improvisados y cafés de alquimia que ofrecen cold brew. Y en los suburbios, los mercados de diseño conviven con carreteras panorámicas, galerías de arte y terrazas devotas del postureo. En esta ciudad sobran las tentaciones calóricas y los espacios verdes. Y si acaso falta algo, es tiempo para atar todos los cabos.
Paseo costero en Camps Bay.
Atardecer en el muelle V&A Waterfront.
Cape Town CBD:
Historia y atractivos en el centro
En Cape Town, una urbe tapizada de bahías de postal, el centro no tiene playas entrañables. Eso sí, el Central Business District (CBD) es más que un zona financiera. La lista de atractivos en el corazón de la ciudad incluye edificios centenarios, calles ajetreadas y el complejo de museos nacionales Iziko. Aunque originalmente era un distrito independiente, el CBD también contempla las casas coloridas de Bo-Kaap, un barrio histórico dedicado a preservar la cultura de los esclavos malayos traídos en el siglo XVIII.
Si bien Ciudad del Cabo es resultado de migraciones, en pocos lugares la mezcolanza de culturas es tan evidente como en la calle principal del centro. En Long Street conviven tiendas de segunda mano, bares con música en vivo y pasajes comerciales despreocupados por su aspecto. La calle es genuinamente capense y al mismo tiempo ridículamente turística. No hace falta caminar más de cinco cuadras para encontrar una de las mezquitas más viejas del Cabo, un restaurante que sirve carne de jabalí y un buen de locales que ofrecen masajes que se juran tailandeses.
El CBD es el lugar ideal para empezar el día con un cortado o para terminarlo con un trago. Y en el ínter, para comer como si no hubiera un mañana. En Maria’s Greek Café, la ensalada de berenjena con queso halloumi y las bolitas fritas de zucchini con feta son un buen principio. En Thali, el menú fijo con raciones pequeñas permite probar varios platos indios como frituras de elote con cebolla, kebab de paneer y garbanzos en guiso masala. Y en Moro Gelato, una heladería artesanal que cierra tarde, el postre se sirve en cono bañado con chocolate.
Truth Coffee Roasting en la calle Buitenkant del CBD.
Casas de colores del barrio histórico Bo-Kaap.
Día de mercado:
The Old Biscuit Mill y Watershed
Ciudad del Cabo tiene fama de ser la central creativa del sur africano. Y gracias a sus tierras fértiles y sus múltiples viñedos, también una de las más apetitosas. En general no hace falta buscar un lugar específico para comprobar que el diseño y la comida son motivos de orgullo en esta ciudad. Dicho lo anterior, cuando se trata de proyectos y sabores artesanales pocos lugares en Cape Town son tan estimulantes como sus mercados.
Victoria & Alfred Waterfront es el atractivo urbano más obvio de la ciudad. Por suerte, el muelle ofrece más que ruedas de la fortuna y centros comerciales. Escondido en una nave industrial, Watershed es un bazar en el que coinciden más de 350 marcas artesanales. Tejidos de fibra orgánica, vajillas de cerámica, trajes de baño y corbatas de moñito son algunos de los productos que conviven en este espacio. La oferta contempla artesanías tradicionales, diseños vanguardistas sostenibles y puestos de café y postres. Para comer, sin embargo, lo más sensato es mudarse al edificio de enfrente. El V&A Food Market tiene más de 30 locales que incluyen una barra de ostras, una cocina devota de las samosas y un local dedicado a los waffles.
Al este del centro, una vieja fábrica de harina es razón suficiente para adentrarse en Woodstock. Este lugar no es el más vanidoso de la ciudad, pero la gentrificación ha hecho de las suyas. Hoy, los ladrillos de The Old Biscuit Mill albergan galerías de arte, laboratorios de impresión y talleres de diseño de moda. El directorio cuenta con tiendas de vino, tostadoras de café y uno que otro restaurante, aunque si de comer se trata el mejor plan es visitar el fin de semana. Todos los sábados, The Neighbourgoods Market transforma el estacionamiento en un mercado ecléctico que ofrece kombucha casera, vegetales frescos y camisetas indiscretas. La sección de comida preparada es monumental: vale la pena llegar con hambre y ganas de pasteles veganos, shakshuka, rollos primavera, crepas, pan dulce, pizza de masa crujiente y chance un rollo de sushi.
Arte e impresiones en el local ArtLab de The Old Biscuit Mill.
Pastel vegano de chocolate con frambuesa en The Neighborgoods Market.
Naturaleza del Cabo:
Playas, montañas y jardines
Los edificios históricos, las galerías de arte y el buen comer forman parte esencial de la propuesta de Cape Town. Sin embargo, el gran tesoro del Cabo son sus playas y sus montañas. Los mismos enredos geográficos que entorpecen la movilidad en la ciudad son los responsables de sus postales de asombro. Aquí, la naturaleza desbordada no se cansa de revelar picos que tocan las nubes, bosques colmados de pájaros y bahías peligrosamente seductoras.
A diferencia de otras ciudades costeras en las que el mar es solo una imagen de fondo, en Ciudad del Cabo es una invitación constante a ponerse traje de baño. De acuerdo con el ánimo y los antojos hay playas para todos los gustos. Llandudno es ideal para surfear, Sandy Bay celebra el nudismo y Glencairn y Sunset Beach seducen a los amantes del kitesurf. Más cerca del centro, las playas de Camps Bay y Clifton presumen casas millonarias, terrazas para ver el atardecer y arena de sobra para pasar el día donde la vida es más sabrosa.
En el terreno de las áreas verdes las opciones son variadas. El parque nacional Table Mountain es el atractivo natural más popular de Ciudad del Cabo, pero no es el único. En el centro, The Company’s Garden defiende su título del parque urbano más antiguo del país. Y al sureste, el jardín botánico Kirstenbosch esconde colinas tapizadas de flores, anfiteatros rodeados de verdor y una pasarela para caminar entre las copas de los árboles. Con suerte, un rato basta para ver suimangas, pájaros parecidos a los colibríes que no tienen nada que ver con ellos. Sin ella, el premio de consolación incluye vistas panorámicas de la montaña y una dotación de aire puro. Más lejos de la ciudad esperan el Cabo de Buena Esperanza y la colonia de pingüinos de Boulders, pero esa es otra historia.
Tarde de otoño en la playa de Camps Bay.
Suimanga en el jardín botánico Kirstenbosch.
Tips de viaje:
El aeropuerto de Ciudad del Cabo recibe vuelos directos de los principales aeropuertos europeos y de un par de ciudades en Estados Unidos. Una alternativa es volar vía Johannesburgo con escala en Europa, Estados Unidos o Brasil.
En Ciudad del Cabo el transporte público es deficiente y las distancias grandes. Para explorar sin restricciones, rentar coche es la mejor alternativa. En Sudáfrica se maneja por la izquierda.
Como una de las ciudad más visitas del África subsahariana, Ciudad del Cabo tiene una oferta variada de hoteles que incluye desde propiedades de lujo con vista al mar hasta hostales con habitaciones compartidas.
El clima en Ciudad del Cabo es templado. En invierno la temperatura ronda entre los 9-18 °C y en verano entre los 15-25 °C. Las estaciones corresponden al ciclo del hemisferio sur y están invertidas con el hemisferio norte.
¿Bagels para desayunar? En Sea Point, Kleinsky’s Deli es el lugar para complacer antojos de sándwiches y bagels con queso crema de diferentes sabores en Ciudad del Cabo.
Curiosidades:
En varios países angloparlantes, como Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, las siglas CBD (Central Business District) se utilizan para referirse al centro de la ciudad. En Estados Unidos el término común es Downtown y en Canadá es City Centre.
En Ciudad del Cabo la mayoría de la población reconoce como lengua materna el afrikaans, el xhosa o el inglés. En ese orden. El nombre de la ciudad en afrikaans es Kaapstad y en xhosa es iKapa.
Ciudad del Cabo es conocida como la capital mundial del tiburón blanco. Hasta hace poco tiempo se registraban cerca de 200 avistamientos de tiburón blanco por año. En el último par de años, sin embargo, no se ha registrado sino un avistamiento. La razón aún es un misterio.
PIES DE FOTO
1. Panorámica de Ciudad del Cabo vista desde la parte baja de Table Mountain.
2. Galería Nacional Sudafricana de Iziko en el centro de Cape Town.
3. Puesto de café en el Victoria & Alfred Food Market.
4. Marina, hoteles y restaurantes en el muelle V&A Waterfront.
5. Pasarela entre las copas de los árboles en el jardín botánico Kirstenbosch.
6. Suimanga en el jardín botánico Kirstenbosch.
7. Atardecer en la playa de Camps Bay.
8. Bollos al vapor rellenos en The Neighborgoods Market.
9. Kitesurf en la playa Glencairn al sureste de Ciudad del Cabo.
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Publicado el 5 de octubre de 2020 por Marck Gutt | Don Viajes.
Última actualización: 5 de octubre de 2020.
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