Fiestas judías en español

La cultura judía no está muy presente en el mundo hispano. Y en consecuencia, tampoco en sus diccionarios. Por usar al inglés como intermediario, el español termina con letras de más y claridad de menos. Con lo fácil que es leer Janucá en lugar de Chanukah. Cuando se trata de terminología judía y su escritura en español, ya es momento de hablar en cristiano.

 
 

La relación entre el mundo hispano y la cultura judía es algo sui generis. Tienen siglos conviviendo juntos, pero no necesariamente revueltos. Cuando menos eso sugiere el diccionario de la RAE, que desconoce la mayoría de las fiestas y celebraciones del judaísmo. Si estos conceptos no se utilizaran en español para nada, este artículo sería un sinsentido, pero Woody Allen, The Marvelous Mrs. Maisel y las migraciones del siglo XX han hecho de las suyas.

Aunque sea en pequeñas dosis, las celebraciones judías y sus ritos están presentes en los países hispanohablantes. Si no es en los subtítulos de una película de Hollywood es en un periódico local. En ausencia de términos hispanizados es común encontrar calcos del inglés. Y ahí empiezan las trabas. En español, palabras como sabbat y challah no le dicen nada a los que están familiarizados con el judaísmo y tampoco a quienes nunca han escuchado hablar de su existencia.

A juzgar por sus alfabetos, el inglés y el español son más cercanos entre sí que el hebreo. Grafías aparte, las fonéticas hebrea y española tienen muchos parecidos. No hace falta sonar como gringo al decir sombrerou para hablar de las fiestas judías en español. Con poner tildes en su lugar y evitar repeticiones innecesarias de consonantes basta.

Esta guía, que no está avalada por nadie pero hará sentir orgullosa a mi mamá, contiene sugerencias de escritura para las principales conmemoraciones judías y algunas de sus tradiciones. La lista sigue el orden del calendario hebreo. Ya habrá otra publicación para hablar de expresiones, bodas y cortes de prepucio. Por un 5781 lleno de fiestas mejor escritas… ¡lejaim! (Así se brinda en hebreo y significa “por la vida”).

Rosh Hashaná
(en lugar de Rosh Hashanah)

En hebreo, Rosh Hashaná significa cabeza del año. Esta fiesta celebra el año nuevo judío y es el pretexto perfecto para hablar del calendario hebreo y sus particularidades. A diferencia del calendario gregoriano, con el que se rige buena parte del mundo, en el calendario hebreo los días no tienen una duración específica de horas. La aparición de las estrellas marca el comienzo de un día nuevo y el fin del anterior. Por lo mismo, Rosh Hashaná y el resto de las festividades judías comienzan con el atardecer y no con la hora cero.

La celebración dura dos días y suele coincidir con el equinoccio de otoño, aunque la fecha varía porque Gregorio y los hebreos nunca se pusieron de acuerdo para empatar sus meses. El festejo contempla comer manzana con miel y jalá agulá, el pan de cajón en las fiestas judías, preparado en forma circular para recordar que los años son cíclicos. El rito icónico de los primeros días del año es hacer sonar el shofar, un cuerno de carnero que se utiliza como instrumento de viento. Para desear un feliz año se utilizan las expresiones shaná tová (hebreo) y a gut yor (ídish). No siendo que uno termine a la cola del año, en Rosh Hashaná se come cabeza de pescado. ¡Deli! Nocierto.

Yom Kipur
(en lugar de Yom Kippur)

Este día es considerado el más sagrado del judaísmo. Yom Kipur se conmemora diez días después del comienzo de Rosh Hashaná y se conoce también como el día del arrepentimiento y del perdón. Luego de un periodo de reflexión de diez días, nombrado yamim noraim, los practicantes ofrecen disculpas a las personas y a dios por las metidas de pata del último año. El rito más notorio de esta fecha es un ayuno absoluto acompañado de rezos en la sinagoga. Y la abstención incluye también trabajo, sexo y regadera.

De acuerdo con la tradición, este día se determina quién vivirá y quién morirá en el nuevo ciclo. Por eso la gente se saluda con la frase jatimá tová, una expresión hebrea que significa “buena firma” y que se utiliza para desear una inscripción en el libro de la vida. Terminados los rezos, es común organizar una cena familiar para romper el ayuno. Otro deseo en Yom Kipur es tzom kal, una expresión hebrea que significa “ayuno fácil”. Si hay que escoger entre las dos, jatimá tová es la ganadora. Mejor morir de hambre que morir en serio.

Sucot
(en lugar de Sukkot)

Sucot, conocida como la fiesta de la cosecha, es la primera de tres celebraciones bíblicas relacionadas con peregrinación y agricultura. Desde el punto de vista histórico, Sucot conmemora los años que los judíos pasaron en el desierto entre la salida de Egipto y la llegada a la tierra prometida. Desde el punto de vista agrícola, el tiempo coincide con el fin de la cosecha. Sucot tiene una duración de siete días en Israel y ocho días en el resto de los países.

La celebración está repleta de ritos, pero el más evidente tiene que ver con el nombre de la fiesta. Cuando los judíos salieron de Egipto pasaron 40 años en el desierto con una vida nómada. Para protegerse, construyeron sucot: refugios improvisados de tres paredes y techo de hojas llamado sjaj. De acuerdo con la tradición, para recordar esos días cada familia construye una sucá (singular de sucot) en la que duerme y come durante una semana. Algo así como un campamento de verano, pero en el estacionamiento y sin fogatas.

Simjat Torá
(en lugar de Simchat Torah)

Esta fecha marca el comienzo de un nuevo ciclo de lectura de la torá, el nombre hebreo del Pentateuco. De acuerdo con la tradición judía, la torá está compuesta por 54 parashot, las partes en que se dividen los primeros cinco libros de la biblia. El número coincide con las semanas del calendario hebreo. A razón de leer una parte por semana, toma justamente un año leer la torá completa.

Empalmada con el final de Sucot, Simjat Torá es una celebración que dura un día. La traducción literal del nombre es “la alegría de la torá” y se trata, en efecto, de una fiesta alegre. Aunque las sinagogas no son precisamente los lugares más animados del mundo, esta tarde se permiten bailongos, coros desafinados y lluvias de dulces. La celebración contempla cargar la torá en brazos y dar siete vueltas alrededor del templo. Bueno, los hombres cargan la torá en brazos. En las congregaciones ortodoxas y tradicionalistas, las mujeres no tienen ese privilegio por una vieja costumbre que las tacha de impías al menstruar. Gajes de vivir en el 5780 como si fuera la Edad Media.

Janucá
(en lugar de Hanukkah o Chanukah)

Janucá, también llamada la fiesta de las luces, es una de las celebraciones judías más presentes en la cultura popular. Más que por su importancia, la fama tiene que ver con azares del calendario. Esta es la celebración judía más cercana a las fiestas decembrinas. En consecuencia, sobre todo en Estados Unidos, los programas de televisión y las series de lucecitas con motivos navideños se acompañan con un componente de Janucá.

Janucá recuerda la profanación del segundo templo de Jerusalén y la victoria de los macabeos para restaurarlo. La alusión a las luces tiene que ver con el milagro que permitió mantener encendida la menorá, como se conoce al candelabro judío de siete brazos. El aceite encontrado debía bastar para un día, pero duró ocho, los mismos que dura la fiesta. El milagrito se recuerda con productos bañados en aceite no aptos para mantener la línea. En Janucá se comen tortitas de papa llamadas levivot (hebreo) o latques (ídish) y donas rellenas llamadas sufganiot (hebreo) o ponchques (ídish).

Purim
(sin variación)

Para no hacer el cuento largo, esta fiesta es la versión judía del carnaval. Desde el punto de vista histórico tiene que ver con reyes persas faltos de astucia y villanos oportunistas que quieren acabar con el pueblo judío. Hazañas más, hazañas menos, al villano se le voltea su plan y termina en la horca. Y para celebrar el giro de tuerca, esta celebración se toma licencias que el judaísmo ortodoxo a menudo ve con malos ojos. Dígase del travestismo y la embriaguez.

Lejos de parar actividades para rezar, Purim es un bailongo que se caracteriza por fiestas de disfraces y tragadera. El plato típico de la fiesta es una galleta rellena de mermelada o mon, como se conoce en ídish a la semilla de amapola. Purim es una fiesta tan caricaturesca que la forma de las galletas, llamadas jomentashn (en ídish) u oznei amán (en hebreo), es un triángulo en honor a las orejas descomunalmente enormes del malo muy malo de la historia.

Pésaj
(en lugar de Pessach o Pesach)

Esta fiesta celebra dos eventos: la llegada de la primavera y la liberación de los judíos en Egipto. La primera parte tiene que ver con el calendario agrícola y se explica sola. La segunda es larga y tiene que ver con tormentas de granizo, zarzas que arden y bastones que se convierten en serpientes. Los detalles de la historia están disponibles en el libro bíblico de Éxodo o en la película El príncipe de Egipto. Humildemente, recomiendo la segunda. Pésaj dura siete días en Israel y ocho días en la diáspora.

Pésaj tiene decenas de tradiciones que, para no variar, están relacionadas con comida. Las primeras dos noches de la fiesta las familias se reúnen para comer y leer la hagadá, que cuenta la historia del éxodo egipcio. Estas cenas se conocen como séder, la palabra hebrea para “orden”. Cuando los judíos salieron de Egipto no tuvieron tiempo suficiente de hacer pan. El intento, sin levar, resultó en una suerte de galleta sosa que en español se conoce como pan ácimo y en hebreo como matzá. Esto es lo que se consume durante la semana de Pésaj, en la que se prohibe comer levadura. Con base en el calendario y los paralelismos, más de un teólogo asegura que la última cena de Jesús y sus discípulos fue un séder.

Shavuot
(sin variación)

Esta es la tercera y última de las fiestas vinculadas con agricultura y peregrinación. Shavuot suele coincidir con el inicio del verano y celebra el comienzo de la temporada de cosechas. De hecho, la celebración se conoce también como la fiesta de la cosecha. En plan histórico, recuerda el momento en que Moisés recibe las Tablas de la Ley. O mejor dicho, los momentos. Luego de un primer intento que involucra becerros de oro y tablas rotas, la entrega se repite. Al igual que Sucot y Pésaj, Shavuot dura siete días en Israel y ocho días en los otros países.

Extrañamente esta fiesta no tiene un arsenal de platillos tradicionales como el resto. Eso sí, es común consumir granos, productos lácteos y los primeros frutos de la temporada. Por eso se comen las blintzes, una especie de crepa rellena de queso y mermelada de frutas. Como en todas las fiestas anuales de esta lista, a excepción de Purim, en Shavuot se recita el shejeyanu, una oración para ocasiones especiales en la que se agradece estar vivo para contarla.

Shabat
(en lugar de Sabbat)

Shabat es el séptimo día de la semana, ese en el que dijo alguien importante que todos debemos descansar. Aunque también es el nombre en hebreo para sábado, en el judaísmo la celebración de shabat empieza el viernes en la tarde y termina el sábado por la noche. En el entender ortodoxo, el día de descanso se toma muy en serio y prohibe la ejecución de actividades como cocinar, prender la luz y pagar por un servicio.

En el plano tradicional, shabat se celebra en familia con una cena en la que se dicen las brajot, la palabra hebrea para “bendiciones”. Primero, la del encendido de velas. Después el kidush, una oración que se recita siempre antes de tomar vino. Y por último la bendición del pan, recitada antes de comer la jalá, una suerte de brioche trenzado que se come en las fiestas judías y que queda buenísimo como pan francés. El saludo para este día es shabat shalom (hebreo) o gut shabes (ídish).

Datos útiles:
Calendario, fiestas y tradiciones judías

  • En esta lista de festividades anuales judías faltan celebraciones tradicionales como Tu Bishvat (el día del árbol) y conmemoraciones vinculadas con Israel.

  • Este artículo tiene una tendencia en la que prevalecen los términos y las costumbres ídish, como se conoce a la lengua y a las comunidades judías provenientes de Europa Central. Más que por amor a la nana Fran, porque mi familia es de origen polaco, ruso y lituano.

  • El legado de lenguas como el árabe, el ídish, el ladino y el turco se manifiesta en los ritos y las fiestas judías. Algunos nombres presentan variaciones de acuerdo con el origen de cada comunidad. Rosh Hashaná, por ejemplo, se conoce también como Roshaná (ladino) y como Rosh Hashone (ídish).

  • Jag saméaj es la expresión hebrea para “feliz fiesta”. Esta frase se utiliza como deseo en todas las celebraciones en las que no hay un decir específico.

Curiosidades:

  • En el diccionario de la Real Academia de la Lengua figuran dos de las celebraciones judías incluidas en este artículo. Yom Kipur, que aparece solo si se busca con las mayúsculas iniciales. Y Shabat, que aparece con el nombre sabbat.

  • En el calendario hebreo los años tienen 353, 354 o 355 días. Y para compensar el tiempo perdido, los años bisiestos hebreos agregan un mes completo. Eso sí, la cuenta es compleja: 7 bisiestos en 19 años.


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Publicado el 7 de septiembre de 2020 por Marck Gutt | Don Viajes.
Última actualización: 7 de septiembre de 2020.